Me es imposible no crear un vínculo emocional con las parejas con las que trabajo. Me encanta conocerlos, saber su historia para amoldar las fotografías y el vídeo a su estilo. Para esta sesión de preboda conté con el trabajo, ayuda y colaboración del fotógrafo ilicitano Sergio Ferrández y el asistente en iluminación Fran Gómez. Junto con Rubén Atienza, que se encarga de drone y ayuda con el vídeo, formamos un equipo perfecto para las bodas más exigentes.

A Noemí & Sergio les conocimos hace año y medio, cuando buscaban fotógrafo y videógrafo para su boda. Hubo una conexión especial desde el primer momento, algo muy importante para contratar un servicio de este tipo. Estás confiando uno de los momentos más importantes de tu vida. Y todo tiene que salir a la perfección. Ellos solo nos encomendaron una cosa: querían un trabajo con estilo propio.
Por ello, decidimos llevarles a un sitio tan único como ellos. Un lugar que me inspira mucho y que se ha vuelto en mi sitio favorito para este tipo de sesiones.

Como se puede comprobar, pese a que sea el mismo sitio que la última sesión que tuvimos: no hay dos sesiones iguales. Y dependiendo de la pareja sale un trabajo totalmente diferente.
Sergio y Noemí se darán el Sí, quiero el próximo 19 de septiembre en el Restaurante Rosarito. Su amor es tan fuerte, que ni una pandemia puede con la ilusión de unir sus vidas para siempre. Solo hay que ver la forma en la que se miran, juegan… Son una pareja diferente. Y eso, nos encanta.


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